A esta hora: las 6 de la mañana de hace exactamente un año, con el frio propio del Aljarafe en estas fechas, Salteras, nuestro pueblo se convertía en "Peregrino de Esperanza" dando forma a una verdadera procesión que, bajo el distintivo color verde esperanza de un sencillo pañuelo, ponía rumbo a la Basílica de La Macarena.
Aún hoy, después de un año, resulta emocionante para El Carmen rememorar aquella jornada histórica en la que todo un pueblo: niños y mayores... puso todo su empeño y su energía para realizar una peregrinación como nunca antes se había visto.
El premio no era cualquier cosa, visitar a la Madre de Dios, a la Esperanza Macarena.
En el rezo ante la Virgen de la Oliva, momento que llenó de emoción a todos, sonó un "hasta luego" para nuestra Patrona, orgullosa sin duda de tan bella iniciativa.
Las fotos de músicos, familiares y amigos darían paso a una salida llena de emociones: alegría por vivir lo que se viviría, sorpresa por ver llenarse las calles de la localidad, responsabilidad ante los posibles contratiempos...
Con paso alegre, en ambiente festivo, esa "marea verde de Esperanza" salía de Salteras para enfilar el tramo inicial y más duro de la jornada. La subida hacia Valencina, sin apenas luz y a un ritmo fuerte no consiguieron hacer mella en los peregrinos...
Valencina nos esperaba silenciosa, y no fueron pocos los que ante tal marea humana abrieron sus puertas sorprendidos preguntándose qué protesta sería esa... nada mas lejos de la realidad. Valencina ofrecería algunas de las más bellas estampas del día a su paso por la Iglesia Parroquial y allí se incorporaría nuevos peregrinos macarenos...
Y es que, la Peregrinación la organizó la Banda del Carmen acompañada de las Hermandaddes de Salteras, pero involucró a vecinos de Albaida del Aljarafe, Benacazón, Villanueva del Ariscal, Valencina de la Concepción, Olivares... en suma... todo el Aljarafe estuvo allí representado.
En Valencina, habría una pequeña parada para beber agua y continuar así el camino que, ya amaneciendo, nos llevaría hastta Castilleja de Guzmán y la famosa "Cuesta de Camas". Sería aquí dónde se tomarían las imágenes más espectaculares del recorrido.
Siempre en un ambiente alegre, festivo y de verdadera hermandad, ya con el Sol subiendo, llegaríamos hasta Camas, localidad en la que paramos para reponer fuerzas y hacer tiempo ya que el ritmo alto inicial había conseguido que no sólo cumpliéramos con el horario previsto sino que, incluso fuéramos por delante.
El cruce del Puente de Camas, la Cartuja y la llegada al Puente de la Barqueta marcarían en fin del recorrido hasta Sevilla... pero lo mejor estaba por llegar...
Desde la Barqueta hasta el Atrio, lo que se inició como peregrinación, tornaría en verdadero desfile sin perder ni un ápice del ambiente de Hermandad total anteriormente citado. Con el inicio de nuestra música, la alegría desbordada ya... Salteras se alargaba ya por la calle Becquer, corazón ya del Barrio Macareno...
La Basílica nos recibió con sus campanas sonando a Gloria, la Hermandad, nuestra Hermandad de La Macarena nos recibió en la puerta con el mismo pañuelo que había servido de distintivo del peregrino de Esperanza.
Dentro no se cabía, no pocos fueron los que se tuvieron que sentar en el mismo suelo de la Basílica y allí en ese ambiente, llegaría el turno del oficio de misa, por parte de nuestro eterno párroco D. José María Gómez (q.e.p.d.)
Para finalizar llegaría el encuentro más esperado, el encuentro de la Virgen de la Esperanza Macarena con todos los peregrinos que subieron a su camarín, el encuentro de los Peregrinos con Virgen de la Esperanza.
Todo estaba ya cumplido... Salteras, El Carmen y su gente volvíamos a casa con una sonrisa en los labios, llenos de alegría y sobre todo llenos de Esperanza.
Una vez más desde El Carmen de Salteras: GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS.
