A pocos días de cumplir 24
años, Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros Pérez se ha convertido por
mérito propio en uno de los compositores más prometedores y seguidos
del panorama musical cofrade. Sus marchas han calado muy de lleno en
todos y cada uno de los que viven un poco más adentro este arte musical.
Jesús Joaquín Espinosa es Natural de la
localidad sevillana de Estepa y nace el 23 de junio del año 1989. Este
joven músico de la Campiña se declara un auténtico enamorado de la
música, tanto es así que su pasión por ella nace cuando apenas tiene
tiempo para concebir lo que son los sonidos. Desde muy pequeño, tenía la
muy temprana edad de 5 años, sentía gracias a su hermano Isidoro -que
tocaba el clarinete en la banda municipal de su pueblo- una gran
atracción hacia lo que éste hacía. Cuenta que se pegaba a él en todo
momento para escucharle y saciar esas ganas de música que le
sobrevenían. Su pensamiento a partir de ahí, fue que tenía que dedicarse
a la música y nos damos cuenta que casi 20 años después no ha cambiado
de parecer y se está convirtiendo en un músico de una alta
consideración.
Tan grande es su amor hacia este arte,
que no dudó ni un instante en dejar familia, amigos y su pueblo a un
lado y venir a vivir a la capital para poder entrar en el Conservatorio,
aún con una corta edad. No le ve límites a su música, es algo que lleva
tan arraigado que siempre buscará disfrutar con ella. El hecho de estar
en Sevilla también le condujo a poder satisfacer uno de los sueños que
tenía de pequeño, ingresar en la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras.
La cercanía que existe entre la capital y esta localidad del Aljarafe
sevillano le pusieron de cara el ingreso en esta afamada formación.
Jesús Joaquín se puede decir que es un
músico todoterreno, polivalente, siente curiosidad por todos los ámbitos
y gracias a ello se ha convertido no solo en músico y compositor, sino
que también tiene al mando de su batuta, a la Banda de Música Bienmesuena de “El Saucejo”.
Como cofrade, lo refleja en su satisfacción al reconocer que una de sus
mayores experiencias las ha vivido al acompañar año tras año a
numerosos palios de Sevilla, en su discurrir por la capital, cuando
realizan sus Estaciones Penitenciales a la Santa Iglesia Catedral. Pero
sobre todo, cuando aparte de acompañar a estos palios, suenan sus
marchas interpretadas por su propia banda. Lleno de nervios vivió cuando
el Director le dijo que se tocaría una de sus marchas en “La Campana”,
lleno de nervios y emoción no fue capaz de hacer sonar su clarinete en
los primeros compases.
Algunas partituras de sus marchas
Jesús Joaquín se inició en la composición
con 14 años, y podemos decir que fue de mera casualidad. Un hermano de
su hermano Isidoro escuchó una marcha que tenía compuesta y guardada en
su ordenador y fue quien le dio el paso a que esa composición viese la
luz. Se estrenó cuando tenía 15 años y fue dedicada a la Hermandad del
Dulce Nombre de Estepa, una marcha titulada “Al cielo la Paz”.
Tras esta composición, han venido muchísimas, desde
“A mi Dolorosa Coronada” dedicada a la Virgen de los Dolores del Santo Entierro de la Roda de Andalucía, hasta
“Siempre la Esperanza”, que lo está para la Esperanza de Triana, pasando por supuesto por
“La Caridad del Arenal”,
“Y en Triana la O” o
“Virgen de la Hiniesta”
dedicada a la imagen dolorosa de la Parroquia de San Julián de Sevilla.
Esta última la considera su marcha especial por llevar el nombre de una
Virgen de gran devoción y cariño para él. Sus marchas han evolucionado
en calidad, en armonía y en el trabajo en ellas.
Sorprendido por la gran acogida de sus
marchas, se congratula y le llena de orgullo que sean numerosas bandas y
en todos los puntos de Andalucía donde se interpreten y se puedan
escuchar sus composiciones. Algo que no esperaba y que no imaginaba que
pudiera llegar pero estando en el momento que le ha traído esta pasión,
no le pone límites a lo que un día comenzó como una afición.
Jesús Joaquín parece estar tomándose un
tiempo en ofrecer una nueva composición, pero nada más lejos de la
realidad. En septiembre de este año en el que vivimos volverá a
regalarnos una nueva marcha, dedicada a la Virgen de la Paz de su
pueblo, curiosamente a la misma que le compuso su primera marcha que
saldrá en Procesión Extraordinaria por su XXV Aniversario.
Sin duda, es una composición muy esperada
por todos los amantes de la música cofrade, porque como él mismo
anuncia, aunque se esté tomando un respiro, no va a dejar esto a un lado
y seguirá trabajando para que sus composiciones sigan ganando en
calidad y puliendo sin cesar un amor y una dedicación que lleva a gala y
que con él, vivirá siempre.